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EL ESTADO LIMPIA AL ESTADO
EL PESIMISMO INFINITO
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CONSTRUIR EL PODER O TOMARLO
EL FACTOR CULTURAL Y LA NUEVA ILUSTRACIÓN
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ARGUEDAS FRENTE A MARIÁTEGUI
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LA DINÁMICA TEÓRICA, ECONÓMICA Y POLÍTICA
EL REGRESO DE FUJIMORI: CONTINUACIÓN DEL PLAN PACÍFICO IMPERIALISTA
SOBRE LA REPRESENTACIÓN ESTUDIANTIL (I)
EL ALDEORRIO Y LA ALDEA INTELECTUAL DE ALDO MARIÁTEGUI
COMANDANTE LUIS DE LA PUENTE UCEDA: MAESTRO Y VIGÍA DE LA REVOLUCIÓN
MARIÁTEGUI Y EL CHE GUEVARA: TRES COINCIDENCIAS, DOS PARALELOS Y UNA CONCEPCIÓN
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jueves, 23 de julio de 2015
HERNANDO DE SOTO NO HACE CITA A CIEGAS
Por Martín Guerra
10 de julio de 2015
¿Quién es Hernando de Soto?
Hernando de Soto es un gran bluff. Durante años ha presumido de ser un notable economista en base a tres libros malos y a varios premios de organizaciones liberales. Para nosotros Hernando de Soto es un invento de la inteligencia norteamericana y de su propio gran ego. Hace poco ha reaparecido en los medios locales, como lo suele hacer siempre que las acciones de protesta de sectores del pueblo peruano se tornan muy contestatarias, consecuentes y sostenidas; como lo fueron las de Bagua en 2009, en donde De Soto propuso la titulación de los terrenos comunales previa parcelación como supuesta alternativa al Estado que privatiza y concesiona territorios comunales para favorecer a las trasnacionales.
Esta propuesta era el corolario de la de Alan García, que se sintetizaba en una frase de las tesis del “perro del hortelano”: “Los que se oponen dicen que no se puede dar propiedad en la Amazonía (¿y por qué sí en la costa y en la sierra?)”. Numerosos expertos peruanos y extranjeros han coincidido en afirmar que las titulaciones propuestas y los mecanismos para destruir la administración colectiva de los territorios comunales que de estas se derivan solo disgregarían a las poblaciones amazónicas, las harían más vulnerables y económicamente mucho menos desarrolladas. Además de que el medioambiente perdería las formas comunales de producción social que constituyen su defensa secular, en medio de la vigencia de las leyes que permiten la reconcentración de las tierras a través de los procesos de ampliación de la frontera agrícola, expansión del mercado de tierras y la privatización de las grandes empresas azucareras, que entre otros ejemplos han llevado al Grupo Gloria a poseer 80 000 hectáreas en Olmos. ¿No hay relación acaso entre la relatifundización y los proyectos de dinamitar la organización comunal y la administración colectiva del territorio? Sobre todo si tenemos en consideración que casi el 70% de los conflictos sociales son por problemas medioambientales y casi el 8% por demarcación territorial.
Con los 102 decretos legislativos de García, promulgados casi el 70% el 28 de junio de 2008 para implementar el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, once de los cuales afectaban directamente los territorios amazónicos de las comunidades, se procedió al Baguazo. Luego de los terribles sucesos apareció De Soto con su propuesta “original” y “salvadora”.
El 16 de marzo de este año en Juliaca, antes de la reunión con Saavedra, Spelucín y otros miembros de la Asamblea Nacional de los Pueblos del Perú y del Tawantinsuyu; De Soto se reunió con Santiago Manuin, líder awajún wampis, hoy injustamente procesado, y Alberto Pizango, expresidente de Aidesep. Y llegaron a acuerdos. ¿Fue aquel cónclave una cita a ciegas o el famoso economista tenía intenciones veladas? Manuin se explicó argumentando la necesidad de “buscar aliados” y Pizango, la urgencia de la “seguridad jurídica territorial con igualdad de derechos”. Como conclusión anunciaron a El Comercio el compromiso de “alcanzar una transición pacífica hacia la formalidad”. Allí estaba inoculado el veneno de de Soto.
Estas fórmulas son la continuidad de su libro El otro sendero. La respuesta económica al terrorismo de 1986. En este trabajo, De Soto plantea que el Estado peruano está anquilosado y genera una “mayor burocratización del poder y un sistema institucional rígido y renuente al cambio.” Lo que hay que hacer es modernizarlo, a partir de la formalización de toda actividad productiva. Esta formalización viene a ser la uniformización capitalista de la sociedad, pues nuestro Estado conservador produce lo que él llama las coaliciones redistributivas. Según De Soto, las trabas legales del país permiten que estas alianzas se dediquen a administrar intermediarios, tramitadores, impulsar recepciones y fiestas sociales; a construir un entorno de profesionales a su servicio y atraer a las élites empresariales de provincia. Así, los empresarios prefieren participar del clientelismo de la redistribución, porque es más sencillo que concentrarse en la mayor productividad de su empresa y luchar contra las dificultades del aparato jurídico, esto por supuesto contribuye a la centralización. Ante un problema social y político, De Soto propone una aparente solución legal: la formalización.
Y así como para Bagua formuló parcelación y titulación para que la propiedad formalice a los que usufructúan el territorio, respecto al conflicto por el proyecto Tía María en Islay dijo a RPP en mayo de este año: todos “somos culpables”, pues hay una “cantidad de personas” que dicen “que no vamos a darle propiedad privada porque culturalmente no están hechos para esto, la cosa es colectivista, la cosa es tribal y no nos vamos a meter en ello”. Sí, como se lee, dice “tribal”, este es el premiado y genial economista. Continúa: “ha venido la globalización y ha encontrado una forma de vivir que no había antes, pero tenemos una serie de personas en el Perú que dicen “no”, que se queden en el Inti Raymi. Acabemos con el mito de que los peruanos no quieren formalizarse”. Relean el subrayado y ayúdennos a comprender qué quiso decir. Y lo del ¿Inti Raymi? ¿A qué se refiere? ¿En serio el señor es Premio Milton Friedman 2004? Pero más allá de los dislates y de todos los “sic” que podríamos colocar, lo que hicieron Manuin y Pizango en marzo fue darle las bases políticas para estas opiniones de mayo. Mientras más se radicalizan los conflictos sociales en el Perú desde el Baguazo hasta Tía María, pasando por Conga, Hernando de Soto se convierte gracias a ciertos dirigentes sociales en articulador válido de un discurso fariseo que desconoce la realidad peruana y que pretende una reforma agraria al revés, con concentración de tierras para la agroindustria en la costa y para el ingreso de las transnacionales mineras en la sierra y en la Amazonía.
Formalizar la propiedad desde la óptica individualista, empresarial y neoliberal para desarticular a la comunidad. E impulsar más exportación primaria.
Hernando de Soto y sus intenciones puras
Lo decimos de nuevo, De Soto reaparece siempre que los conflictos sociales se tornan sostenidos, o cuando hay una crisis del movimiento popular que podría desencadenarse en positiva para los trabajadores. Colaboró con Francisco Morales Bermúdez en 1979, cuando este necesitaba bloquear al máximo a la izquierda en la transición a la democracia; es decir se necesitaba distender el tejido social y atenuar la crisis económica. Trabajó con García en 1989 cuando el pueblo peruano estaba a punto de patear el tablero por la corrupción aprista y la quiebra económica. Pasó luego a apoyar a Mario Vargas Llosa ante la alianza del Apra y la izquierda para evitar el advenimiento de una derecha conservadora. En 1990 colaboró con Alberto Fujimori hasta el golpe de Estado de 1992, y el 2011 fue asesor de campaña de Keiko Fujimori ante la inminencia del triunfo de Ollanta Humala. Como se observa claramente, es un agente neoliberal que sirve para desconcentrar las crisis en momentos en donde hay caldo de cultivo para el cambio social. Es un bombero experto con antifaz crítico.
Thomas Piketty, quien en 2013 publicó su profundo estudio El capital en el siglo XXI, en donde contrasta la obra de Marx frente al capitalismo actual, obra monumental en donde realiza minuciosos estudios estadísticos y cuyas tesis, las cuales no compartimos totalmente, sostienen en uno de sus principales planteamientos que es en época de crisis económica en donde se generan las más grandes fortunas y en donde la brecha social se agiganta. Y que contrariamente a lo que difunden los capitalistas, la crisis los enriquece más, pues al aplicar la eterna receta de flexibilización de las leyes laborales para que no decaiga la producción, lo que hacen es acumular mayor plusvalía que antes de la crisis. Tremenda verdad. Y nosotros añadimos que es en época de crisis en donde se gestan las transformaciones sociales.
Pues nada menos que Hernando de Soto ha salido a contradecir a Piketty afirmando, entre otras cantinflescas frases en entrevista a Gestión del 02 de abril de este año: “Marx es real, Piketty es un enano”, y amenazando además con retarlo a debate, pero jamás sustentó el porqué. Días después, el 04 de mayo, en un artículo al diario español El País, Hernando de Soto confundiendo capital con dinero, reprocha a Thomas Piketty el señalar que la acumulación de capital genera violencia, diciendo que es la ausencia de esta la “peor injusticia”. ¡Cómo si no comprendiera que bajo este sistema no todos pueden ser capitalistas! ¿Sin explotados cómo se crearía y acumularía la plusvalía? Para Marx la diferencia entre dinero y capital es que, además de que con el dinero se pueden adquirir mercancías, con el capital se pueden obtener factores de producción de riqueza. Piketty critica al capitalismo, es decir al divorcio económico entre los que poseen los factores de producción y los que lo reproducen. De Soto, por cierto, de esto no entiende nada.
Al no entender la diferencia entre dinero y capital, el gigante De Soto no comprende la distinción entre propiedad y posesión del territorio, importante para advertir las formas socioeconómicas de las comunidades. Ya ni siquiera se le exige conocer a Marx, bastaría con Proudhon.
No obstante se dice conocedor de Marx y del marxismo. El pasado 06 de julio, al ser entrevistado por Beto Ortiz sobre la reunión que sostuvo con Spelucín y Saavedra tuvo serias dificultades al querer referirse a las “contraposiciones” de las que hablan los marxistas. Ortiz acudió en su rescate explicándole que en realidad se refería a las famosas “contradicciones” del lexicón marxista. Demostrado está quién es Hernando de Soto intelectualmente y lo peligroso de sus propuestas políticas, no teóricas, porque no las hay: él solo es un articulador.
Y cuidado, porque si leen con atención la “entrevista” realizada por Mariella Balbi al perspicaz miembro honorario del Trinity College de Dublín, el día domingo 05 de julio, verán que más que un diálogo periodístico parece una denuncia redactada ex profesamente, detallando la biografía política y aún penal de varios de los dirigentes sociales reunidos con él, alertando sobre la supuesta disposición manifiesta de estos para dirigir las futuras protestas anti mineras. En el colmo de la hipocresía dice haber sentido miedo en la reunión, cuando basta observar la fotografía en donde todos están muy contentos.
El misterio del capital político de Hernando de Soto radica en la falta de amor propio de ciertos dirigentes de movimientos sociales que se sienten incapaces de promover sus propias instancias para construir alternativas de gobierno, ya sea por prurito teórico, dogmatismo, prejuicio o por necesidad de allanarse el camino hacia quién sabe dónde.
LOS 15 CRUZADOS CONTRA VENEZUELA
Por Martín Guerra
Lima, 23 de febrero de 2015
La cultura popular señala que para conformar una capilla clandestina cátara en el siglo XI hacían falta quince feligreses. Hoy, diez siglos después, para hacer el ridículo internacional hacen falta igual número de exministros peruanos. La diferencia está en que los cátaros eran, además de estudiosos y críticos, valientes, pues se enfrentaron al poder hegemónico de su época. En cambio nuestros exministros hacen lo contrario, blindan al sistema económico más explotador de la historia y a sus representantes políticos. Se comportan como los cruzados del Medioevo, persiguiendo a aquellos que se atreven a pensar diferente al amo yanqui.
Nos explicamos. El pasado viernes 20 de febrero quince expresidentes del Consejo de Ministros de nuestro país enviaron una carta a Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja en Ginebra. En el texto solicitan el concurso de la Cruz Roja para realizar una inspección “de las condiciones en las que se encuentran los presos en los penales de Venezuela”, señalando que los opositores al “régimen imperante” han sido presos “sin juicios ordinarios o sin garantías de debido proceso y con altísimo riesgo de ser sometidos a torturas”. Luego de abogar por Leopoldo López, Daniel Ceballos y Lorent Saleth, aseveran que la detención de Antonio Ledesma es “ilegal”. Terminan la carta afirmando que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela persigue y priva de la libertad a la oposición. Como se ve, utilizan los argumentos que ha usado siempre la oposición criminal en Venezuela. Oposición que enraíza sus vínculos con los asesinos del Caracazo, oposición que fraguó el golpe del año 2002, que ocasionó la muerte de venezolanos y venezolanas por acción de francotiradores, entre otros actos de lesa humanidad: la misma oposición de las guarimbas, etc. Esos argumentos no nos extrañan. No nos sorprende tampoco que en una carta dirigida a un organismo serio aseguren tantas situaciones como las reseñadas líneas atrás, sin pruebas de ningún tipo, pues así han procedido siempre.
Lo que sí sorprende es cómo firma la capilla de los quince. Colocan así: “Primeros ministros del Perú”. ¿Es que en el Perú hay Primer Ministro? Y si lo hubiera, ¿hay varios primeros ministros a la vez? Además, ¿son ministros en ejercicio?... ¿no serán exministros?
Perú, país presidencialista
Veamos. El Perú tiene un régimen presidencial, es decir es una república presidencialista con un sistema presidencialista. La Constitución del 93 define la división de poderes y la relación de estos con el Presidente o Jefe de Estado. Este, además de haber sido elegido y representar al país, también preside la reunión del Consejo de Ministros cuando la convoca. Empero escoge a los ministros, necesita de ellos para ejecutar. Recordemos que “son nulos los actos del Presidente de la República que carecen de refrendación ministerial” (Art. 120, Constitución Política del Perú).
Aunque no se cumple en el país con las supuestas características ventajosas del modelo, como por ejemplo: no hay una separación clara entre los poderes ejecutivo y legislativo, dándose una vinculación estrecha entre el Poder Ejecutivo y el partido de gobierno en el legislativo a diferencia de lo que propone el esquema (pero tampoco esto presenta a los gobiernos como partidócratas, y no porque no quieran sino por las características especiales de la sociedad peruana; por lo mismo, no se ha dado una tendencia en el país hacia el bipartidismo, ya que el divorcio que existe entre los partidos y el pueblo es tan grande que ninguno tiene bases activas permanentes en años no electorales, lo que condiciona la permanente aparición de nuevas “fuerza políticas”. Lo que sí se mantiene es la red mafiosa de lobbies de corrupción, institucionalizados por el fujimorismo y profundizados por el alanismo, verdadero poder del Estado). Y sí se cumple la principal de sus desventajas: el pueblo peruano no se siente representado.
Esto se comprende mejor cuando se leen con detenimiento los capítulos IV, Poder Ejecutivo y V, Del consejo de ministros, del Título IV, denominado De la estructura del Estado, de la Constitución Política del Perú.
Por lo tanto, no ostenta el Perú un régimen semipresidencial o semiparlamentario, en donde el Presidente, elegido por la población en sufragio directo comparte las decisiones ejecutivas con un Primer Ministro, elegido por el parlamento o congreso, teniendo uniforme autoridad en el gobierno. No es el Perú, pues, un país con una dualidad ejecutiva, ya que aquí los ministros de Estado son nombrados por el Presidente : “El Presidente de la República nombra y remueve al Presidente del Consejo. Nombra y remueve a los demás ministros, a propuesta y con acuerdo, respectivamente, del Presidente del Consejo” (Art. 122. Constitución Política del Perú).
Las funciones del Presidente del Consejo de Ministros quedan reducidas a: Ser, después del Presidente de la República, el portavoz autorizado del gobierno y coordinar las funciones de los demás ministros (Numerales 1 y 2 del Art. 123. Constitución Política del Perú).
Entonces, queda claramente establecido que el Perú no tiene “Primeros Ministros” ni existe la figura del Primer Ministro como en teoría política se concibe.
No estamos diciendo que así deba ser, pero así es de acuerdo a la Constitución, esa que tanto dicen defender los firmantes del documento.
Nuestros quince firmantes además de conceptuar mal sus atributos lo hacen fuera de tiempo, pues ya no son ministros, fueron. Y, para colmo de inteligencia, los redactan peor. Debieron colocar: Expresidentes del Consejo de Ministros del Perú.
Pero eso no es lo más importante. No pretendemos en este texto ni hacer jurismo ni construir una defensa del gobierno de Maduro. Lo que queremos hacer es repasar la hoja de vida política y “democrática” de tan importantes personajes, guiados por aquella máxima del Evangelio de Mateo: “Por sus frutos los conoceréis”.
¿Quiénes son nuestros cruzados?
Los reseñamos en el orden en que aparecen firmando la carta:
1. Javier Pérez de Cuellar de la Guerra, Secretario General de las Naciones Unidas entre 1982-1991. Jamás se opuso decididamente a los Estados Unidos y al Reino Unido en sus afanes colonialistas en el período en que fue encargado de la ONU, es decir la etapa de Ronald Reagan (Presidente de los Estados Unidos, 1981-1989) y Margaret Tatcher (Primera Ministra del Reino Unido, 1979-1990), es decir los líderes de las ofensivas militares más agresivas de finales del siglo XX y cuya acción política determinó la fundamentación del Consenso de Washington, o sea la puesta en escena de la demolición de los derechos laborales, privatizaciones y concesiones de las empresas estatales y el dominio del mercado sobre la sociedad; todo esto para América Latina. Recordemos también sus gestiones a favor de la reacción en El Salvador, la docena de resoluciones de la ONU en contra de Irak avalando el ataque genocida a ese país en la Guerra del Golfo, el cual se inició sin avisarle, burlando su investidura como Secretario General de la ONU, frente a lo que no dijo nada, etc. Fue Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 22 de noviembre de 2000 y el 28 de julio de 2001 durante el gobierno de transición de Valentín Panigua.
2. Roberto Dagnino Zapata, Presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alejandro Toledo entre el 28 de julio de 2001 y el 11 de julio de 2002. Es decir fue Primer Ministro cuando se dio el golpe de Estado al gobierno democráticamente electo de Hugo Chávez Frías el 11 de abril de 2002. Recordemos que el gobierno de Toledo felicitó a los golpistas y reconoció como legítimo el gobierno ilegal de Pedro Carmona. Dagnino además ha sido Vicepresidente senior y asesor jurídico principal del Banco Mundial. Actualmente es Vicepresidente del Directorio de la empresa minera Hochschild Mining Plc; cuestionada por impactar ambientalmente en Apurímac, y asociada a Cementos Pacasmayo S. A. A., que en el norte del país está acusada por lo mismo, dañando seriamente la salud de los pobladores por contaminación del aire.
3. Carlos Ferrero Costa, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 15 de diciembre de 2003 al 15 agosto de 2005. Fue defensor del régimen corrupto e ilegítimo de Alberto Fujimori desde 1992, año del golpe de Estado, hasta poco antes de la caída del mismo, pasando rápidamente a la oposición, gozando del poder una vez más como congresista y como ministro hasta el año 2006. Durante casi ocho años blindó los más viles actos de corrupción, terrorismo de Estado y persecución de la libertad de expresión sin inmutarse. Luego se volvió “demócrata”.
4. Beatriz Merino Lucero, Presidenta del Consejo de Ministros del Perú entre el 23 de junio de 2003 y el 12 de diciembre de 2003. Tuvo buen perfil como Defensora del Pueblo en 2005. No obstante sus anteriores políticas neoliberales como Superintendente Nacional de la SUNAT señalan de qué lado está. Actualmente es Presidenta de la Asociación Peruana de Hidrocarburos. Recordemos cómo esta última junto con la CONFIEP y el equipo ministerial de Miguel Castilla, exministro de Economía de Humala, conformó recientemente un lobby para apoyar en diversos negocios de espaldas al Estado y en su perjuicio a diferentes empresas.
5. Luis Solari de la Fuente, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 21 de julio de 2002 y el 23 de junio de 2003. Prosiguió con la defensa de las políticas neoliberales y del gobierno de Toledo. Se opone a la unión civil entre homosexuales, es crítico al aborto terapéutico y al uso de preservativos, etc. Este personaje asociado al ala más conservadora de la Iglesia católica, fue ¡Ministro de Salud! (2001-2002), a pesar de que había anunciado no aceptar jamás aquel cargo.
6. Jorge del Castillo Gálvez, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 28 de julio de 2006 y el 11 de agosto de 2008. Con este personaje la lista de los quince se convierte en prontuario delictivo. Aprista. Elegido alcalde de Lima en 1986 en elección cuestionada por fraudulenta. En 2008 tuvo que abandonar el cargo de Primer Ministro por destaparse el escándalo de los Petroaudios, en donde él mismo y altos funcionarios del gobierno y del Partido Aprista resultaban implicados, entre otros hechos ilícitos, en el negociado en la concesión de cinco lotes petroleros a la empresa noruega Discover Petroleum.
7. Yehude Simon Munaro, estuvo preso acusado de subversión entre 1992 y el año 2000. No obstante desde la cárcel reconoció cobardemente al ilegítimo gobierno de Alberto Fujimori. En sus varios cubileteos políticos fue parte de la Izquierda Unida, el Movimiento Patria Libre y el Movimiento Humanista. Ha sido aliado de Toledo y de Kuczynski. Fue Presidente del Consejo de Ministros del segundo gobierno de Alan García entre el 14 de julio de 2008 y el 11 de julio de 2009. Es decir durante el denominado Baguazo, en donde el gobierno de García volvió a teñirse las manos con sangre del pueblo, en cantidad aún no esclarecida de muertos, pues los indígenas denunciaron que el Estado maquilló notablemente las cifras. Y Simon se vio obligado a renunciar más de un mes después. Fue elegido congresista por Alianza para el Gran Cambio de Kuczynski. Ahora anuncia será aliado de Susana Villarán para las elecciones del año 2016. Y posiblemente, colegimos, asociado a Salomón Lerner. ¡Sí, nueve filiaciones políticas distintas!
8. Javier Velásquez Quesquén, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 11 de julio de 2009 y el 13 de setiembre de 2010. Sucedió a Simon en el cargo. Aprista. Implicado en diversos casos de corrupción del segundo gobierno alanista, en especial en los Petroaudios como lobista y en el lobby que benefició a través del programa Agua para Todos a su hermano César Velásquez, asesor de la empresa Construcciones Civiles S. A. (CONCISA). Es, además, el defensor acérrimo de Alan García.
9. José Antonio Chang Escobedo, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 14 de setiembre de 2010 y el 18 de marzo de 2011. Aprista. Uno de los más cercanos socios de Alan García en sus actividades lobistas, entre ellas, el negociado de materiales y partidas presupuestarias en la construcción de los colegios emblemáticos cuando Chang fue Ministro de Educación (2006 a 2011). Está cuestionado también por su desempeño en la Universidad de San Martín de Porres de la cual fue Rector (1996-2006) sin ostentar el título de doctor. Se ha puesto en tela de juicio y está en investigación su supuesta maestría en la Universidad de Hartford de Connecticut. Fue investigado por pertenecer a la red de corrupción de Vladimiro Montesinos al estar implicado en la compra de inmuebles a precios sobrevalorados. Nombró a Alan García Director del Instituto de Gobierno y Gestión Pública de la USMP, presentándolo con el grado de doctor. Ahora sabemos que el dirigente aprista ni siquiera tiene licenciatura o maestría, solo ostenta el grado académico de bachiller. ¡Y así ambos personajes firmaron certificados de estudio de inocentes estudiantes! Hoy es nuevamente Rector de la Universidad de San Martín de Porres.
10. Rosario Fernández Figueroa, Presidenta del Consejo de Ministros del Perú entre el 19 de marzo de 2011 y el 28 de julio del mismo año. Aprista, también Ministra de Justicia entre el 14 de setiembre de 2010 y el 28 de julio de 2011. Durante su gestión se liberaron 3259 delincuentes de los 5500 que liberó ilegítimamente el gobierno aprista entre conmutaciones de pena, reducciones de penas o indultos humanitarios, a través de la Comisión de Gracias Presidenciales. De esos 3259 delincuentes, 285 habían sido sentenciados por tráfico ilícito de drogas en su modalidad más agravada.
11. Salomón Lerner Ghitis, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 28 de julio de 2011 y el 10 de diciembre del mismo año, antes de que el conflicto en Cajamarca por Minas Conga definiera la derechización del régimen de Humala. Fue funcionario del gobierno del General Juan Velasco y al sufrir este el golpe de Estado del General Francisco Morales Bermúdez, pasó a ser Viceministro de Comercio Exterior del nuevo gobierno. Se dice que tuvo que ver con la apropiación ilícita de Canal 2 por los hermanos Winter y Montesinos. Se dice también que financió al Apra. Luego en el gobierno de Toledo fue Presidente del directorio del NBK Bank y Presidente de la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide). Luego apoyó y financió la candidatura de Ollanta Humala. Al ser separado del equipo de gobierno formó la agrupación de intelectuales sin mayores bases sociales de nombre Ciudadanos por el Cambio. En entrevista al diario La República, del 29 de abril de 2013 reconoció que en Venezuela sí había democracia y pluripartidismo. Con esta Carta Abierta, vamos viendo ahora hacia dónde girará esta vez.
12. Óscar Valdez Dancuart, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 11 de diciembre de 2011 y el 23 de julio de 2012. Empresario y militar. Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Tacna y de la Federación de Cámaras de Comercio del Sur FEDECAM SUR. Fue el responsable político del endurecimiento en la represión a los campesinos y pobladores que luchaban por defender su territorio, el agua y sus campos de cultivo, de la contaminación por efecto de la minería, que resultó entre el 03 y el 05 de julio de 2012 en tragedia: cinco muertos, entre ellos el menor de dieciséis años César Medina Aguilar con herida de bala en el cráneo. La presión popular obligó el retiro de Valdez del cargo.
13. César Villanueva Arévalo, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 31 de octubre de 2013 y el 24 de febrero de 2014. Fue Presidente del Gobierno Regional de San Martín en dos oportunidades (2007-2010 y 2011-2013). Ha participado en Unidad Democrático Popular, Movimiento Regional Nueva Amazonía, Somos Perú y Fuerza Social, agrupaciones de diversos perfiles. Fue elegido por Ollanta Humala para el cargo porque logró el apoyo mayoritario de los presidentes regionales para insistir en el Proyecto Minero Conga a pesar de los cinco muertos a manos de las fuerzas represivas y de la demostración de grave alteración negativa del medioambiente. Renunció, pues lo tenían como figura decorativa, sin capacidad de decisión.
14. Alfonso de los Heros Pérez-Albela, Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 06 de noviembre de 1991 y el 06 de abril de 1992 y Ministro de Trabajo y Promoción Social (febrero de 1991-abril de 1992). Ante la inminencia del golpe de Estado de Alberto Fujimori renunció al cargo. Este hecho lo ha utilizado muchas veces para hacerse pasar por un defensor de la “democracia”, no obstante no se hizo ascos al continuar como funcionario del régimen fujimorista en diversos puestos de confianza como por ejemplo: representante peruano en la defensa de los intereses gubernamentales en la demanda presentada por la CGTP a través de AFL-CIO ante el gobierno de los Estados Unidos por excluir al Perú de las ventajas comerciales otorgadas por las exportaciones (1994-1995), Embajador especial ante Bolivia y Chile en lo relacionado a las negociaciones con Ecuador (1996), Coordinador de la Comisión del Tratado de Comercio y Navegación celebrado con el Ecuador (1998) y miembro de la Comisión Consultiva del Ministerio de Relaciones Exteriores (1997-1998). Al exministro le agrada evitar colocar las fechas precisas de estos cargos en su hoja de vida para que con el tiempo solo se recuerde su renuncia al de Presidente del Consejo de Ministros. De los Heros, como experto en materia de trabajo no hizo nada por proteger a los trabajadores frente a la flexibilización laboral del régimen de Fujimori.
15. Pedro Pablo Kuczynski Godard, este personaje es harina de otro costal. Presidente del Consejo de Ministros del Perú entre el 16 de agosto de 2005 y el 27 de julio de 2006. Antes fue Ministro de Energía y Minas (1980-1982) y Ministro de Economía y Finanzas (2001-2002). Asociado desde siempre a los Estados Unidos, llegando a obtener la nacionalidad estadounidense, a la cual prometió renunciar en época de campaña electoral en 2010, pero no cumplió. Entre diversas historias de lobbies y traiciones a la Patria cabe destacar el famoso episodio de la Página 11, que resumimos así: Ante la denuncia del Presidente de la Empresa Petrolera Fiscal, Carlos Loret de Mola de la desaparición de la página 11 del acuerdo entre el Estado peruano y la International Petroleum Company conocido como el Acta de Talara, en donde se especificaban los alcances de las exigencias de la transnacional y obviamente se podía deducir el negociado, el General Juan Velasco insurge contra el gobierno de Fernando Belaúnde Terry en octubre de 1968 tomando las instalaciones de la Brea y Pariñas en poder de la IPC de propiedad de Nelson Rockefeller. Esta empresa había realizado la explotación de los yacimientos evadiendo al fisco del Perú en cantidades millonarias.
Kuczynski, uno de los gerentes del Banco Central de Reserva y relacionado con la transnacional empezó a gestionar contra el gobierno del Perú en las transacciones. Al nacionalizar, el gobierno de Velasco valorizó los impuestos impagos, entre ellos el canon de la producción, en 690 524 283 millones de dólares. No obstante, gracias a Kuczynski y a otros operadores y de forma fraudulenta, la IPC consiguió que el BCR le devuelva impuestos calculados en varios millones de dólares. Fue Kuczynski quien ordenó la transferencia. Denunciado junto con sus cómplices, logra huir del país. En los Estados Unidos se le nombra Jefe de Planificación y Política del Banco Mundial, Presidente del First Boston International y Director del First Boston Corporation. Casado con Jane Casey Hughes, su suegro era William Joseph Casey (1913-1987), quien sería luego el decimotercer director de la CIA entre 1980 y 1987. A este personaje Kuczynski lo dotará de información valiosa sobre los planes de Velasco y la situación política nacional, que servirá de base a los Estados Unidos para instrumentar el golpe de Estado de Morales Bermúdez a Velasco Alvarado. Casey, el suegro de Kuczynski, dirigiría años más tarde la campaña presidencial de Ronald Reagan y la red de contrabando de armas estadounidenses a Irán para obtener capital para la contra nicaragüense.
En 2011, gracias a Wikileaks se supo que el embajador de los Estados Unidos en el Perú James Curtis Struble consideraba a Kuczynski el mejor de los aliados de las empresas mineras en el país. Ese es Pedro Pablo Kuczynski.
¿Quiénes mueven los hilos?
Este tipo de alianzas de expresidentes del Consejo de Ministros para firmar un documento de esa magnitud tiene su antecedente, cuando cuatro de los quince (Pérez de Cuellar, Kuczynski, Merino y Solari) firmaron una Carta Abierta el 18 de agosto de 2014 para realizar “un llamado a la clase política a respetar y defender la investidura del gabinete ministerial” del actual gobierno, es decir para blindar al gabinete de Ana Jara. Ojo que en aquella época los fujimoristas y apristas habían advertido que no apoyarían al gabinete de Jara.
De lo que se trataba hace medio año, antes de la insurgencia de los jóvenes de todo el país que se echaron abajo la infeliz Ley de Régimen Laboral Juvenil (30288), y que ahora van por más; era del conflicto entre la derecha fascista, es decir la de Alan García y los Fujimori, que podía precipitar un cambio fuerte en la política nacional , esa derecha que la prensa dio en llamar “derecha bruta y achorada” y la derecha desarrollista, que pretendía estabilidad política para capitalizar las ansias de cierta clase media “emprendedora” y consumista para sus propios intereses: los Pérez de Cuéllar, las Merino, los Solari, los Toledo, los Humala. Era como si en nuestro país se enfrentaran republicanos y demócratas. Pero luego del resurgir masivo de los estudiantes y trabajadores jóvenes a finales de 2014 y ante la posibilidad del surgimiento de una opción de izquierda, cultivada al calor de las luchas y no elucubrada únicamente en un gabinete, esta derecha se va uniendo, y el tema de Venezuela lo demuestra. Frente a la obediencia al amo yanqui, ¿qué los diferencia? NADA .
Hoy, los cuatro ex “primeros ministros” que firmaron la Carta Abierta del 18 de agosto de 2014 han logrado —contra el pueblo bolivariano— reunir a once más, cuatro de ellos apristas, dos oportunistas ligados a su segundo gobierno, un exfujimorista y cuatro empresarios de derecha. ¿A quiénes representan los coordinadores de estas cartitas? Pues Pérez de Cuéllar a los Estados Unidos; Kuczynski, al capital transnacional; Merino, al gran empresariado nacional; y Solari, al sector más retrógrado de la Iglesia católica en el Perú. Ahora junto a las mafias alanistas y fujimoristas y a los oportunistas de siempre, se unen contra el pueblo revolucionario y socialista de Venezuela y el legítimo gobierno de Nicolás Maduro como cruzados medioevales.
Para los que no conocían a algunos de estos expresidentes del Consejo de Ministros, si han leído con atención las reseñas de la vida política de cada uno de los quince, tal vez no lo puedan creer. Sí, pareciera ficción, pero no lo es. He ahí sus frutos. Nuestros quince cruzados por la “democracia, la libertad de expresión y el respeto irrestricto de los derechos humanos” son un cúmulo de traficantes de influencias, falsarios de títulos, empresarios corruptos, tránsfugas, oportunistas sin cuartel, hipócritas inquisidores, traidores a la Patria, libertadores de delincuentes de grueso calibre, responsables políticos de matanzas, de contaminación, de expoliación de nuestros recursos y, en el mejor de los casos, patriarcas del servilismo a la potencia más poderosa del planeta. Si uno solo de ellos fuera verdaderamente honesto, lúcidamente patriota, no habría firmado al costado del otro. Esa razón debe bastarnos para descalificarlos a todos si alguna duda quedara.
Por último, querrán acusarnos una vez más de defender a Venezuela. No hace falta hacerlo, el pueblo y el gobierno de la Venezuela bolivariana se defienden solos y hacen algo más, nos defienden a todos los pueblos de Nuestra América de la exclusión, la marginalidad y el coloniaje.
EL FACTOR YEHUDE
Por Martín Guerra
27 de abril de 2015
De un tiempo a esta parte es común entre los que “analizan” la situación de la izquierda peruana, y aun entre los miembros de las izquierdas, señalar que el incluir al ex Presidente del Consejo de Ministros del segundo gobierno de Alan García y corresponsable del Baguazo, Yehude Simon Munaro, en una alianza de centro-izquierda es lo que divide a la izquierda. Nosotros pensamos diferente.
Estos analistas, por cierto, no toman en consideración para sus prospectivas, más que a los espacios que cuentan entre sus participantes o promotores a congresistas y otras figuras mediáticas, y no a una serie de grupos que se están organizando en todo el país y que se constituyen como una alternativa frente al neoliberalismo, tal vez con más sueños que posibilidades todavía, pero con muchas ganas. Pareciera que la izquierda se ha vuelto una contingencia solo a través de lo mediático y no de la relación con los movimientos sociales vigentes y palpitantes. No olvidemos que si bien es cierto, la candidatura de Ollanta Humala tuvo un gran arrastre, resultó electa por la lucha de las bases en todo el país para asegurar el triunfo. Y esas eran bases antineoliberales. Hoy trabajamos separados y en pugna. ¿Se podrá generar igual o mayor arrastre?
La izquierda ya estaba dividida antes de Yehude. En décadas pasadas, por la posición frente al tema de la violencia, por el seguidismo internacional, por el dogmatismo teórico. Y más recientemente por su posición respecto a la Revolución Bolivariana, por el balance de la actuación de la izquierda en el pasado y por el modelo de desarrollo que se quiere para el país. Yehude no tiene la culpa de esa división. Participó sí de la misma en uno de sus múltiples pasados y de sus realidades políticas paralelas, pero nada más.
A quienes hemos criticado la presencia de Yehude Simon en un frente de centro-izquierda o como se le denomine, se nos ha tildado de “rupturistas”, “subjetivos”, etc. Para nadie es un secreto que la denominación de “centro-izquierda” ha sido creada para calzarle a Simon o para que este se la calce, haciendo así más o menos tragable la indigerible propuesta para el pueblo peruano que aún no olvida lo de Bagua o su alianza con Kuczinsky, a cambio de la inscripción del Partido Humanista. No cabe acá que repitamos o citemos las mil frases contradictorias de Simon sobre Bagua a lo largo de los últimos seis años, pues son harto conocidas.
Curiosamente esta coalición cuenta con un 99% de personalidades autodeclaradas de izquierda- incluido Salomón Lerner -y un 1% de “centro”, es decir Simon.
Decimos con conocimiento de causa, que la presencia de Yehude Simon no es culpable de la división de la izquierda.
Recordamos aún cuando muy jóvenes acudimos a la llamada “Carpa Grau” al lanzamiento del “Bloque Popular”, para escuchar a quien -nos habían dicho-, hablaba por los pobres y por una izquierda rebelde. Sí, era Yehude Simon. Estaba a nuestro lado un compañero estudiante universitario, amigo, con quien discutíamos desde siempre sobre el país y con quien compartimos las primeras lecturas sobre nuestro sufrido Perú. Todavía nos viene a la memoria su sonrisa y su emoción de aquella noche. Tomó una decisión-fruto del discurso de Simon- y luego supimos, con el tiempo, que había muerto en combate. Siempre defendió los argumentos de Simon con esa fe que tienen las personas leales a la humanidad y a los grandes ideales. ¡Cómo habría reaccionado años después al ver las trasmutaciones políticas del personaje!
¿Cuántos jóvenes creyeron en él? Por eso cuando hablamos del factor Yehude Simon en la unidad de la izquierda, hablamos de ética. Y de ética revolucionaria.
En los varios debates, intercambios y hasta broncas que se han sucedido en las últimas semanas, en los que hemos participado, nos han dado varios argumentos sobre la necesidad de ir en conjunto con Simon y por qué estamos equivocados. Algunos han señalado que criticar la presencia de Simon en la CPUFI es “subjetivo”, repitiendo esa vieja retahíla de concepciones erradas sobre la división maniquea de lo objetivo y lo subjetivo en política. Militamos en la izquierda varios años y hemos visto como desde muchas dirigencias partidarias, se concibe “lo objetivo” como cualquier tipo de decisión que hay que tomar, contra todo y contra todos con tal de alcanzar tal o cual golloría o mantener cierta correlación de fuerzas y “lo subjetivo” lo conforman las demandas y reclamos realizados por las bases, que conociendo el problema de fondo, pues se hallan en el meollo de este, son desoídas e ignoradas o tildadas de lanzar “quejas anímicas”. Ni aún de acuerdo a esa idea es “subjetivo” sancionar la presencia de Simon en la izquierda. Si no es así, veamos cuánto arrastre han tenido quienes apostaron por él. “Objetivamente”, Yehude no levanta.
Otros han dicho que, y citamos textualmente la intervención de un dirigente de la CPUFI la tarde del lanzamiento del Bloque Popular Nacional en la Casa del Maestro, el pasado domingo 19 de abril, respondiendo a lo que dijéramos, aquello de que no era correcto sumarse con quienes habían tomado decisiones políticas contra nuestro pueblo, dijo: “No podemos vetar a nadie…tenemos que aliarnos con quienes quieran luchar contra la derecha más corrupta”. Con lo que asumía que sí, que eran conscientes que se estaban aliando a quién había tomado arte y parte en la masacre de Bagua del año 2009.
Otros hablan de cantidad, argumentan que ningún sector de la izquierda va a ganar en solitario. Entonces, por ello, todos los demás sectores deben ir con la CPUFI y con Yehude Simon. Esa es la conclusión. Aún Raúl Wiener, a quien siempre hemos seguido con respeto por su pluma al servicio del pueblo defiende la unidad con Yehude, asegurando él que no piensan en la CPUFI hacer candidato presidencial a Yehude Simon, ¡cómo si se tratara de eso! Dice Wiener: “Hay quién dice que la mención a los riesgos inminentes del 2016 son una excusa para meter a Yehude. Pero si el plan de CPUFI fuera mandar a Yehude como candidato presidencial y quedarse con cuatro o cinco partidos de izquierda, su fracaso sería inevitable, como lo sería para TyL y su corte de pequeños grupos”. Dudamos que la intención de la CPUFI no fuera lanzar como candidato a Simon, eso querrá Raúl Wiener, pero dudamos. Además el tema no es si Simon es candidato presidencial o no, sino su presencia en esa alianza. Y otra cosa, se insiste en hablar de Tierra y Libertad como si esta no conformara el Frente Amplio. Y es innegable de qué lado está el corazón de Wiener pues como si la CPUFI estuviera conformada por miles, habla de la “corte de pequeños grupos” de Tierra y Libertad. Lamentablemente se continúa con esa visión de los grandes y los chicos en la izquierda. Eso no es más que pensamiento burgués enquistado en un pretendido pensamiento socialista. Extraño en Wiener que siempre formó parte de los grupos pequeños. ¿De qué se trata este llamado a la unidad, de ir detrás de los supuestamente partidos más grandes? ¿Qué hace grande a un partido? ¿Su capacidad de trabajo con ética o su capacidad para mantenerse en la oficialidad de la política peruana?
Desde Diario Uno, en el tema de la unidad de la izquierda, César Lévano, como en otros asuntos ha sido mucho más claro y certero que Raúl Wiener. Además Lévano atinó al señalar que no solo la presencia de Simon era nefasta en la CPUFI, si no la de Rolando Breña, quien participó en la captura del diario La Primera, para ser manejado por el alanismo y escribió desde el primer día en aquel pasquín.
Debemos ser claros en exponer además, que en el Frente Amplio no existe una relación en torno a Tierra y Libertad de cortesanía como dice Wiener. Ni Tierra y Libertad es una reina, ni los demás partidos, movimientos y colectivos son cortesanos. Nadie le hace la corte a Tierra y Libertad. Hasta el momento las relaciones al interior del Frente Amplio son las mejores dentro del franco debate y la dirección colectiva y esperamos que así continúen.
Por último, un par de compañeros sostuvieron que la alianza con Simon para la contienda electoral era similar a la de Mao Zedong y el Partido Comunista Chino con el Guomindang o al acuerdo con los alemanes de V. I. Lenin para llegar a territorio ruso. ¡Por favor! La CPUFI no es el Partido Comunista Chino o el sector bolchevique del POSDR, ni sus dirigentes son Mao o Lenin, ni el Partido Humanista es el Guomindang o el gobierno alemán, ni estamos en guerra con otros países. Hay que tener cordura.
Esas han sido las razones para sustentar la presencia de Yehude Simon en una alianza de izquierda. No obstante seguimos diciendo que la presencia de Yehude Simon no es culpable de la división de la izquierda.
La izquierda es más que sus dirigencias, caudillos o figuras. La izquierda es más que el Frente Amplio (FA), el Bloque Nacional Popular (BPN), la Coalición Progresista Unión de Fuerzas de Izquierda (CPUFI), el Movimiento de Afirmación Social (MAS), entre otros. El pueblo peruano busca urgentemente un liderazgo y trabaja por unificar sus luchas, allí están por ejemplo, los compañeros que impulsan junto a Ricardo Noriega Salaverry, Héctor Béjar y otros, el Frente Unido de Integración Peruana (FUIP), o los dirigentes de organizaciones de los pueblos originarios y los tawantinsuyanos de la Confederación de Nacionalidades Indígenas Del Perú-Consejo Nacional de los Pueblos (CONAIP), a los que consideramos importantes espacios de articulación para las luchas electorales y sociales que se avecinan. Y hay más.
Es necesario desde la izquierda estar con el pueblo que está a la izquierda. La izquierda no es solo lucha electoral, es y deber ser, sobre todo lucha social y búsqueda y construcción del poder político para el pueblo.
La izquierda debe estar en Conga, en Pichanaqui, en Loreto, en Junín, en Tía María, en Toromocho, con los estudiantes y con los maestros, con las mujeres y las diversidades. Muchos de estos sectores que por temas laborales, de subsistencia y por su lucha diaria desconocen los vericuetos de la izquierda, se identifican con todos los frentes de izquierda, con algunos o con ninguno, por eso es necesaria la unidad, pues el pueblo la entiende y la requiere. Pero se necesita de un protocolo de ética para esta unidad.
La izquierda está dividida por décadas. Urge unirla.
Por todo ello y por más decimos otra vez que la presencia de Yehude Simon no es culpable de la división de la izquierda. De lo que sí es responsable Yehude Simon es de haberse convertido en símbolo de la debacle moral de un sector de la izquierda peruana, que no se da cuenta que debe dar señales de comportamiento ético, a ese pueblo que lucha por sus derechos, por sus recursos, por su territorio.
Muchas bases que coordinan con los adherentes a la CPUFI nos han manifestado su rechazo a la inclusión de Simon Munaro en la alianza, pero se han “quejado subjetivamente” de no haber sido escuchadas en su negativa.
Destruir la tradición de elegir al mal menor por la incapacidad para constituirnos en alternativa de poder es parte de un profundo esfuerzo. De una gran labor por construir la unidad popular y sentar las bases para la transformación social, a partir del cambio de la propia conducta política de las organizaciones de izquierda.
Todo lo acumulado el 2010 con el triunfo personalizado en la candidatura de Susana Villarán se rompió en su alianza contranatura con el toledismo, resucitando el 2014 a Castañeda y al alanismo en la municipalidad de Lima. Eso fue temor al pueblo y la izquierda no debe temer al pueblo, pues se está negando a sí misma. Lo que se observó en Villarán y lo que se ve ahora al convocar a Simon, es que en lugar de partir desde el pueblo y sus demandas, se buscaron alianzas mediáticas, oficiales y “políticamente correctas”. El miedo al pueblo debe desterrarse definitivamente.
No podemos permitir que todo lo demostrado en el triunfo de Humala, se pierda de igual forma. Más allá de su entrega al gran capital y de su traición al programa que juró defender, el triunfo en 2011, año del centenario de José María Arguedas, significó una conquista para el pueblo que está a la izquierda y que luchó y lucha por un cambio. Y de alguna manera una acumulación poderosa de fuerzas que no tenían una victoria en años. Debemos estar a la altura de las circunstancias y significar para ese pueblo, la opción popular, democrática y transformadora que necesita (necesitamos).
Yehude Simon no es culpable de la división de la izquierda, pero su separación de esta, puede ser factor de unidad. Pues estaríamos arribando a ese protocolo ético tan necesario como piedra basal y tan importante como señal de los tiempos que se vienen.
No tenemos bola de cristal, pero no nos resulta difícil augurar que muy pronto Yehude Simon será invitado a retirarse de la izquierda.
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