domingo, 25 de mayo de 2008

LA JUSTICIA EN ESTE MUNDO. Reflexiones en torno a la coalición fujialanista y su política del garrote.



Intervención en el Festival por la Cultura y la Vida, organizado por el Movimiento de Liberación 19 de Julio (ML -19) y el Movimiento José María Arguedas (MOVJMA), en el Auditorio “César Vallejo” del Boulevard de la Cultura de Quilca. En este acto político – cultural de solidaridad con los detenidos y en contra de la criminalización de la protesta, participaron los compañeros Dante Castro y Martin Guerra. Moderó la compañera Carla Rímac.

El título del texto está inspirado en un fragmento de la carta que Émile Zolá dirigiera al Presidente de Francia Émile Loubet, publicada en “l’Aurore” el 22 de diciembre de 1901, en donde decía: “Nos han prometido, como indemnización, la justicia de la Historia. Se parece un poco al paraíso católico que sirve para que los míseros cándidos que se mueren de hambre tengan paciencia en esta tierra (…) Dicen también que, cuando todos hayamos muerto, las estatuas serán para nosotros. Por mí de acuerdo, hasta espero que la revancha de la Historia sea más seria que las delicias del paraíso. No obstante, me hubiera gustado un poco de justicia en este mundo”.

Por: Martin Guerra
10 de mayo de 2008



COMPAÑEROS:
Esta semana el Presidente Alan García ha lanzado la consigna a los policías y –por supuesto- a los grupos paramilitares de “actuar antes de pensar[1]”. Es decir, que disparen no más, sin importar a quién le dan. Igual que en el Paro Agrario de febrero. Igual que en la matanza de los penales de 1986, durante su primer gobierno.

García filosóficamente también ha retrocedido además de programáticamente. Ya no le basta con declararse derechista, hacer loas al capitalismo y negar el imperialismo de los Estados Unidos, presentando a la APRA como una organización política de derecha, cosa que ya se sabía por de más, sino que ahora burla al racionalismo, nadie le pide que sea materialista dialéctico, pero por lo menos racional. El señor García ha reemplazado el “Pienso, luego existo”, de raigambre tan capitalista, por el “Actúo, luego pienso” de la política del garrote, de la irreflexión. No sólo ha burlado los cánones actuales del pensamiento humano, sino que ha retrocedido a estaciones más allá de la caterva medieval.

Umberto Eco, a quien no podemos tildar de socialista, mucho menos de revolucionario, al escribir sobre el fascismo, lo liga íntimamente con el irracionalismo. Según él “depende también del culto de la acción por la acción. La acción es bella de por sí, y, por lo tanto, debe actuarse antes de y sin reflexión alguna. Pensar es una forma de castración. Por eso la cultura es sospechosa en la medida en que se la identifica con actitudes críticas[2]” Y sí pues, para la bufalada que nos gobierna, es mejor construir una sociedad del caos, de la represión. Para este gobierno de coalición corrupta y falaz, es bello matar, es hermoso delinquir, es pulcro robar, es bonito vender todo a las transnacionales y dejar a nuestro país sin sus recursos naturales y sin trabajo para los pobres. Para Alan García y sus adictos la cultura es sospechosa, porque el que piensa puede rebelarse. La cultura castra, corta. ¿A quiénes? A los poderosos, porque cuando el pueblo desarrolla su conciencia, cobra noción de que es mayoría, de que tiene poder, de que puede construir un mundo mejor.

Si me permiten, haré unas pequeñas reflexiones sobre filosofía. Hace siglos, en Europa, debido a la necesidad de mejorar la capacidad de conocer, de desarrollar el proceso del conocimiento y, además, porque los requerimientos de la época se sustentaban en enfrentarse al pensamiento escolástico, que era esencialmente prohibitivo y que generaba una sociedad de proscripciones y de negativas, una sociedad del miedo, René Descartes en 1637 en su célebre “Discurso del Método”, manifestó: “Pienso, luego existo”. Esta frase no sólo admitía la incertidumbre como forma precisa para poder realizar afirmaciones en base al cálculo de la duda razonable, es decir razonada, sino que se presentaba como la mejor manera de reivindicar el pensamiento del hombre, el pensamiento libre como el camino a la existencia, es decir a vivir. Pero era ciertamente falsa, aunque la intención era liberadora, sin embargo en pleno siglo XVII Descartes rescató la condición del pensar primero, antes del actuar, para ser seres humanos.

Doscientos veintidós años después, en 1859, Marx en su famoso “Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política”, poniendo fin a siglos de idealismo y de metafísica, en un período en donde el capitalismo mostraba su cruel opresión y sus desgarradoras consecuencias de hambre y miseria para los trabajadores, señalaba que: “No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia” Demostrando que pensamos producto de cómo y dónde vivimos y nos formamos como seres sociales. Si bien es cierto que esta afirmación destierra la de Descartes respecto al desarrollo de la conciencia, y que Marx liberó el pensamiento humano y lo presentó en su justa dimensión de relación vital, entre materia y acción, no se puede negar que el filósofo francés, reivindicó el pensamiento humano del ostracismo al que estaba sometido por el poder.

Por eso el hombre debe reflexionar antes de actuar y no como recomienda el ciudadano García Pérez, aquello de actuar antes de pensar. El hombre debe controlar sus manifestaciones voluntariosas y desarrollar acciones pensadas. Pero, cuidado, no vayamos a pensar que esta forma fascista de comportamiento represivo hacia la población no ha sido pensada, claro que sí, es una política de gobierno dictada desde el exterior. ¿Y por quiénes? Pues por los articuladores de las más grandes masacres en el mundo desde hace centurias. Los representantes políticos de los capitalistas, de las transnacionales. Y sobretodo por los que complotaron contra la unidad propuesta por Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá, los que premiaban con ascensos a los marines que mayor cantidad de criaturas recién nacidas ensartaban en sus bayonetas en la Nicaragua de Sandino, los que lanzaron la bomba atómica a los japoneses derrotados y sobre población civil, los que bañaron de napalm a los vietnamitas, los que mataron a Eliécer Gaitán, a Salvador Allende, al Comandante Ernesto Che Guevara, los que crearon la Escuela de las Américas para entrenar asesinos el pueblo, los que supieron apoyar a Batista, Somoza, Videla, Pinochet y Fujimori. Y a los que aquí en el Perú, apresaron a Mariátegui, enfermo en un cárcel hospital, los que mataron al Comandante General Luis de la Puente Uceda y a sus compañeros, los que asesinaron a Javier Heraud ya rendido, los que raptaron hace casi veintidós años, en 1986 al líder sindical y maestro Teófilo Rímac y aún no entregan su cadáver, los mismos de la matanza de los penales el mismo año, 1986. ¿Quién gobernaba ese año? Pues, Alan García Pérez. El mismo de la matanza de los campesinos en el pasado Paro Agrario de febrero de este año. Con balazos en la cabeza, sí señores.

Como vemos, cuando nos preguntábamos, ¿quiénes son los que han planteado la política represiva? Pues, ahora recordamos bien y nuca lo olvidaremos. Los de afuera, pues son los yanquis. Y los de aquí, los fujialanistas, la santa alianza de derecha, los apristas. La mayoría de los crímenes señalados arriba respecto al Perú tuvieron el apoyo incondicional del partido de gobierno y en la mayor parte de ellos, pues fueron los apristas los directos responsables de las matanzas.

Pero por supuesto no estamos hablando de los apristas que murieron por un mundo mejor en 1931 o 1932, ni de los que padecieron en las cárceles y fueron olvidados por su Jefe y sus secuaces y luego traicionados y vendidos. No, de esos valientes no. Nos referimos a los apristas de los que José María Arguedas, hablando por boca de un personaje de su famosa novela “El Sexto” diría, respecto a su práctica de engañar al pueblo: “Pero ¿qué les ofrece? Adjetivos, adjetivos. En el fondo – los apristas- constituyen la reserva del imperialismo yanqui y de la reacción nacional. A la larga se lanzarán contra nosotros, el proletariado y el campesinado. Serán un enemigo peor que el General que ahora defiende desde el poder al imperialismo y a sus lacayos nacionales[3]” Y se cumplió. El argumento de esa obra Arguedas lo vivió en sus años juveniles. Luego lo publicó en 1961. Y se realizó. Ahora son los principales líderes apristas los verdaderos enemigos del pueblo. El pueblo conoce sus nombres: Jorge Del Castillo, Mauricio Mulder, Agustín Mantilla, Luis Alva Castro, Mercedes Cabanillas, etc. Pero ahora no hay un General no, ahora tenemos a un Vice – Almirante, a Luis Giampietri. Preguntémosle a este amigote de Fujimori que pasó en 1986 en los penales y en luego en los noventa, indaguemos con sus compinches, la verdad sobre las fosas clandestinas, en donde están enterrados miles de hijos de nuestro pueblo.

Y qué decimos de sus jefes y socios: Rafael Rey y Castañeda Lossio por la ultraderecha, Fujimori y sus lacayos por la corrupción y las cúpulas militares envueltas en el sucio negocio de la cocaína. Ellos eligieron a García que todo el tiempo habla de “su triunfo en las urnas” cuando él sabe bien que la mayoría del Perú voto contra él y que sin embargo una vez más se le escamoteo al pueblo sus decisiones soberanas, La derecha y el imperialismo lo colocaron en la presidencia y él lo sabe y les sirve bien. Como diría Arguedas: “Engaña a unos y a otros; recibe el halago de los poderosos[4]

Castañeda, aquel que se está llenando los bolsillos con el dinero de los contribuyentes, el señor que cree que arreglando pistas por aquí y por allá mejorará las condiciones de vida del poblador, del vecino. Hay que decirle al señor Alcalde, aquello que dice una vieja canción de 1979, llamada “Esquina Principal[5]” del desaparecido cantautor venezolano Ali Primera. Y que la escuche el Burgomaestre Castañeda: “el hambre no se quita repintando las paredes, yo no lo critico adrede señor decorador”. ¿Acaso señor Lossio el pueblo limeño come pistas y puentes? Es usted un decorador, un maquillador de la realidad. Y este verdugo de los comerciantes del mercado de Santa Anita dice que los estudiantes de San Marcos por defender sus derechos ante el robo descarado de 28 000 metros cuadrados que le pertenecen a la Universidad, son unos facinerosos, unos vándalos. Y por supuesto, que hay que respetar los contratos. Así es la derecha, el contrato antes que la paz social. El dinero antes que la vida. La burla antes que la libertad.

¿Y Fujimori? El socio de Alan García. Su hermano gemelo en matanzas y desapariciones. ¿A qué juega? ¿Acaso al indulto presidencial? Recordemos que el burgués García lo protege, le ha brindado una cárcel dorada y todas las facilidades para desenvolverse políticamente. ¿A qué teme el señor García? ¿A que los fujimoristas le retiren su apoyo congresal si Fujimori resulta condenado por genocida? y tiene terror de seguro a que luego del fallo inculpatorio, los fujimoristas procedan a cumplir sus amenazas de pedir un juicio para el que dictaminó la matanza de los penales? Oscuras preguntas para oscuros personajes.

Exponíamos, que no nos referimos a los apristas que alguna vez creyeron en que su partido iba a salvar al Perú. A ellos no, ni a la inmensa lista de revolucionarios y artistas que abandonaron el Partido Aprista, entre cuyos nombres más notables destacan: Magda Portal, Luis de la Puente Uceda, Alfonso Barrantes, Gustavo Valcárcel, Jorge Bacacorzo, y tantos otros. Este último, poeta, expresó en 1990: “la libertad para la derecha es la libertad del más fuerte[6]” Hoy podemos decir que es verdad, y el Apra hoy, es la derecha. Y estos grandes hombres y mujeres se fueron del Apra, porque en su interior eran perseguidos y castigados por sus ideas y por su honestidad.

Y ahora ¿a quién persiguen? Pues a los escritores y artistas, a los defensores de los derechos humanos. Y por supuesto a los nacionalistas verdaderos y a los socialistas, aquellos que cometen el crimen de plantear la construcción de una patria nueva, realmente libre y soberana, realmente humana y democrática. Y de pensar y actuar para ello. Pensar y actuar. La práctica es lo único que demuestra que realizamos lo que prometimos. Y se promete y se defiende lo que se cree. No como el hablador que promete y olvida. Ya sabemos quién es ese.

Acosan a los artistas, pretenden expulsarlos de sus espacios tradicionales, de los lugares en donde el escritor y el artista se nutren de pueblo y el pueblo de sus obras. ¡Han pretendido asustarnos y sacarnos del boulevard Quilca y de otros lugares! Claro, la cultura es sospechosa. Todos son terroristas. Los campesinos y mineros. Los estudiantes y maestros. Los dirigentes políticos de izquierda. Quieren imponernos la sociedad irracional. La caverna feroz de Agustín Mantilla y Martin Rivas. ¡Cojan sus serruchos señores!

Y no olvidemos a don Jorge Del Castillo, quien acusa a los sanmarquinos de delincuentes. Castañeda se quedó chico. Dice el Premier que en sus épocas de estudiante, marchaba pacíficamente. ¿Ya no se acuerda el señor Del Castillo del soberbio puñetazo que le dio en la cara a un empleado del Congreso dejándolo en estado vegetal porque un hueso desprendido del tabique se deslizó hacia el cerebro? No es de extrañar que matones como estos, encarguen a la policía disparar sin pensar. Y que hayan creado un conjunto de leyes para criminalizar la protesta y eximir de sanción a los que asesinen al pueblo en marcha. Estamos viviendo la bufalización de la sociedad peruana.

Es interesante leer, ver y escuchar a la prensa cacatúa que repite los informes que llegan del Servicio de Inteligencia. Por ejemplo en el pundonoroso Canal 5 del célebre Genaro Delgado Parker, conocido belaundista, aprista, fujimorista y nuevamente aprista, escuchamos que a los compatriotas retenidos en Tumbes hace casi 80 días se les capturó y no se les detuvo. ¿Por qué se les capturó? ¿Acaso estaban huyendo de alguien? ¿No regresaban a su país luego de un debate abierto y democrático con otros latinoamericanos? ¿O es que tener una opción política de izquierda está prohibido? ¿Acaso vivimos en la época de la escolástica, nos preguntábamos al incio? Esa etapa que tanto le gusta al Canciller- Cardenal Juan Luis Cipriani.

Y mientras tanto, a los que si hay que capturar, esos que se refugian en el poder, porque su libertad es la del más fuerte, aquellos, están libres.

Permítanme ahora hacer un poco de historia, sólo un poquito, es interesante ya verán. Entre 1894 y 1906, se sucedió en Francia una persecución política, judicial y policial contra Alfred Dreyfus, a quien acusaban injustamente de traición a la patria. No sé si les parece conocida la historia. Se le acusó de alta traición a la patria, así como se acusa hoy de lo mismo a quienes luchan por la libertad, por la democracia, por la justicia social, por el respeto a la soberanía. Como ya se han dado cuenta, es el famoso caso Dreyfus. El gobierno francés corrupto de aquel entonces, antidemocrático, casi fascista aun antes del fascismo, tan semejante al nuestro, lo condenó a prisión perpetua y fue exiliado a la Colonia Penal de la Isla del Diablo en Sudamérica. La opinión pública se indignó pero no tomó las acciones en sus manos. Hoy, nosotros no podemos permitirlo.

El gran escritor Émile Zolá, exasperado por la injusticia, se dedicó a la defensa del principio de la rectitud, lucha que tuvo su pico máximo en el conocido texto “Yo Acuso” de 1898, en donde expone la necesidad de exigir la justicia ahora y no después, en este momento y no para la posteridad, como una gran lección de valentía y consecuencia moral.

Pero, ¿A quiénes encubrían los gobernantes y los poderosos en el caso Dreyfus? Pues a políticos y militares corruptos capaces de vender a la patria por un puñado de monedas, políticos defensores de los ricos. El principal fue el Comandante Ferdinand Walsin Esterhazy, el auténtico traidor a la patria. Y todos los gobernantes, desde el Presidente a quien Zolá le envío su famosa carta, lo encubrieron. Al final Dreyfus fue reivindicado pero no hubo pena para los culpables. Y Zolá fue asesinado con gas mientras dormía en 1902. ¿Y qué dijeron? ¡Que se suicidó!

La mentira, la manipulación y el crimen son las características de estos enemigos del pueblo y refractarios de la verdad.

Y ahora, en nuestra patria, el Perú, ¿Qué es lo qué pasa? Pues pasa que se quiere convertir en Dreyfus a todos los peruanos que luchan y reclaman por un país mejor, porque nuestros recursos no sean explotados por los grandes capitalistas que lo corrompen todo, a todos los luchadores sociales y dirigentes gremiales que desean un país con educación para todos, con salud parta todos, con casa y comida para todos. Quieren acusar de traidores a la patria, de terroristas, de vándalos, de revoltosos, de delincuentes, a todos los peruanos patriotas genuinos que hacen arte, que escriben poesía, que narran los sufrimientos de nuestro querido pueblo, gestor de tanta belleza y de tantas jornadas de lucha.

Y pasa también, que al igual que en el Caso Dreyfus, hoy tenemos a los auténticos traidores a la patria, a los que regalan nuestro país trozo a trozo a las transnacionales y al imperialismo, viviendo en la Casa de Gobierno. Tenemos a nuestro Presidente encubridor, a nuestro Vicealmirante represor y hasta a un mapache que más parece hurón por todo lo que esconde.

Y el representante de esta casta corrupta y envilecida se llama Alan García Pérez. Ese que dice en su último libro que: “Ningún desarrollo ni bienestar podrán alcanzarse si el Gobierno es débil ante el terrorismo, el desorden, el chantaje minoritario o el bloqueo de los servicios, los transportes y las comunicaciones. Como movimiento sólido y organizado el aprismo sabe muy bien que la mejor garantía para cumplir los objetivos sociales es el mantenimiento del orden. Y será severo en ello pues el desorden solo conduce al subdesarrollo, al temor y muchas veces al fin de la democracia[7]” Es decir, más garrote, más irracionalismo, más ilegalidad, más burla de los derechos humanos, más intimidaciones, más bufalismo; sólido y organizado para el crimen. ¿Chantaje minoritario dice? Le repetimos que él perdió las elecciones, sino que haga un mapa político de las regiones. Y los que votaron por él acá en Lima ya se están arrepintiendo al ver que no cumplió ni una sola de las promesas de campaña y ya lleva más de veinte muertos en protestas sociales a menos de dos años de gobierno. Pretenden él y la derecha imponer su Programa por encima de nosotros. Eso, no podemos permitirlo.

Este Presidente que pretende que retrocedamos en el tiempo, en la civilización y en la historia, y que aceptemos el no pensar como ejercicio ciudadano, sin darse cuenta nos ha dicho mucho de él mismo. Si bien es cierto que su estrategia es pensada y es la estrategia del imperialismo, no se suponía que debía decirla abiertamente. En esta acción demuestra dos cosas: su burla profunda por los peruanos y su tipo de inteligencia. Si él sostiene que hay que actuar sin pensar, disparar sin reflexionar, y no mide la brutalidad de su expresión, quiere decir que este señor primer ciudadano de la nación, sencillamente no reflexiona, y hace ya mucho tiempo que ha descendido a la oscuridad intelectual y moral, desde donde sólo surgen los destructores de la historia. “Lo más amplio que Descartes encuentra en el hombre es la voluntad y ella es, pues, la causa del error[8]” Por ello la voluntad se domina, señor presidente, se direcciona. Y este gobierno no lo hace, sólo arranca a patadas. Nosotros, en cambio, debemos y tenemos que actuar con todas nuestras fuerzas y con todas nuestras ganas contra el enemigo que nos oprime y en defensa de nuestros derechos humanos y sociales. Y así como predicó Zolá en los siglos antepasado y pasado, no pidamos la justicia para mañana. Digámosle no a los que nos han prometido la justicia de la historia, nosotros proponemos, la justicia ahora. Es nuestro derecho. Tomémoslo.

Muchas Gracias.

[1] GARCÍA, Alan. Consigna lanzada a la Policía Nacional respecto a cómo deben proceder frente a las actuales protestas sociales. En: LÉVANO, César. García se desboca. En: Diario “La Primera” (Director: César Lévano). Año IV. N° 1134. Lima – Perú, miércoles 07 de mayo de 2008. Pág. 2.
[2] ECO, Umberto. El fascismo eterno. En: Cinco escritos morales. Editorial Lumen, S.A. Barcelona – españa, 1998. Pág. 50.
[3] Ibíd.
[4] ARGUEDAS, José María. El Sexto. Editorial Losada, S.A., Buenos Aires – Argentina, 1979. Pág. 31.
[5] La canción “Esquina Principal” es la pista cinco del séptimo álbum de Alí Primera “Canción mansa para un pueblo bravo”, grabado en “Estudios del Este” en 1979.
[6] BACACORZO, Jorge. La Libertad no es un Slogan. En: Enfoque Nacional. En: Diario “El Nacional”. Lima-Perú, 11 de marzo de 1990.
[7] GARCÍA, Alan. La revolución constructiva del aprismo. Teoría y práctica de la modernidad. S/E. Lima – Perú, 2008. Pág. 131.
[8] LABASTIDA, Jaime. Producción ciencia y sociedad. De Descartes a Marx. Siglo Veintiuno Editores. México, 1990. Pág. 142.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante está represión el pueblo es más conciente y no se va a dejar pisotear por los tiranos.
Los congresitas de las diferentes bancadas, también son unos traidores, nadie defiende al pueblo, estos prefieren no opinar.

Alchemist dijo...

Seria mejor decir "La Coalicion del Apra el Opus Dei y otros Grupos Neofascistas"

Gustavo Loli Chuquichaico dijo...

Excelente reflexión sobre la brutalidad que impera en nuestro país. No sólo la brutalidad fascista sino intelectual. Un abrazo.

Gustavo

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